martes, 3 de septiembre de 2019

La caída más dura de un cuervo.

Detrás de la sombra ya no te veo.
¿A dónde se ha ido tu loca cabeza?

Días de primavera donde nos sentíamos infinitos.
Noches llenas de preguntas y de por qués sin encontrar ninguna respuesta.
Qué más da si solo nos bastaba con tenernos entre nosotros para ser plenos.

De qué van las metáforas si lo único imposible es hacer rimas y poemas con tu espalda.

Sigues insistiendo en que ya es tarde, mañana será otro día.

Mientes,
como haces de costumbre.
Pero tu traviesa sonrisa hace que me vuelvas loca una vez más.
Vuelta al inicio.
Tocada y hundida.

Otra vez, vuelvo a los incesantes suspiros esperando a que seas el amor que prometiste,
sigo haciéndome la niña ilusa que no sabe donde están los límites.

Por qué pedí mis deseos mirando fijamente a tus ojos y no a las estrellas.

Qué vas a saber tú del amor si ni siquiera te prometes fidelidad,
si ni siquiera te mereces estas letras,
si no sabes lo que es amar con el corazón 
y algo tan sencillo como tú y yo lo convertiste en el peor laberinto de las mil y una preguntas sin respuesta.

Tocado y hundido,
esta vez serás el naufrago que luchó contra corriente en vez de esperar calma en la mar.







María Fernández.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué habeis sentido al leerlo?